A mí me gusta divagar unas dos o tres veces al día,
pensar en lo que podría pasar si fuera invisible,
si descubriera la fórmula para volverme etérea de verdad y volar,
lo que no me gusta es divagar siete veces al día, todas pensando en tí,
intentar descubrir la fórmula que envuelve tu piel y añorar tus manos.
Pero en cambio, me gusta soñar despierta con lo que tú sueñas,
jugar una lotería intentando atinar lo que andas haciendo o si también divagas conmigo.
Me gusta ésta libertad que siento de quererte sin tener que tenerte,
me fastidia conocerte menos de lo que tú me conoces a mí,
me seduce la suerte del tiempo, los minutos me bailan a veces a ritmo de bossa
otra veces no tanto.
Me gusta la desfachatez con la que me tratas, la forma en que me haces cosquillas,
a veces con palabras, a veces con las manos.
Me gusta no tener la certeza del color de tus ojos y que te gusten mis piernas.
Me preocupa pensarte mientras escucho canciones acompasadas y dulces
o que lo evidentemente intensa que suelo ser te de un buen susto,
pero sobre todo, me gusta quererte y no necesitar nada más.
jueves, 3 de mayo de 2012
jueves, 26 de abril de 2012
Estaciones
Ando cargando un equipaje lleno de malos ratos,
de amarguras salobres, de buenos recuerdos y cosquillas mal hechas,
ando cargando un equipaje que ya se hizo más ligero para sentarme en ésta estación de tren
Me siento en el suelo, me abrazo las rodillas y pongo cara de expectativas,
mientras espero el tren que me lleve a otra parte; me siento a esperar,
a ver pasar más trenes en los que no me pienso subir,
me gustaría decir adiós con la mano a individuos envueltos en su propia espera,
pero sería como decir adiós a mi mísma y aún no me quiero dejar.
Me siento a elucubrar mi presente disperso que se da a la fuga frente a mi nariz,
frente a mís ojos que a ratos se dignan a verlo, me siento a revivir lo soñado,
a soñar lo vivído. Me siento a ver caminar desparpajadamente mi pasado, lo veo guiñarme un ojo,
darse la vuelta y subirse a un tren que desaparece a la distancia. Me siento a vivir mi futuro que se está pasando; un pedacito a la espera de ése tren.
de amarguras salobres, de buenos recuerdos y cosquillas mal hechas,
ando cargando un equipaje que ya se hizo más ligero para sentarme en ésta estación de tren
Me siento en el suelo, me abrazo las rodillas y pongo cara de expectativas,
mientras espero el tren que me lleve a otra parte; me siento a esperar,
a ver pasar más trenes en los que no me pienso subir,
me gustaría decir adiós con la mano a individuos envueltos en su propia espera,
pero sería como decir adiós a mi mísma y aún no me quiero dejar.
Me siento a elucubrar mi presente disperso que se da a la fuga frente a mi nariz,
frente a mís ojos que a ratos se dignan a verlo, me siento a revivir lo soñado,
a soñar lo vivído. Me siento a ver caminar desparpajadamente mi pasado, lo veo guiñarme un ojo,
darse la vuelta y subirse a un tren que desaparece a la distancia. Me siento a vivir mi futuro que se está pasando; un pedacito a la espera de ése tren.
viernes, 16 de marzo de 2012
Honestidad
Resulta que cuando uno tiene tiempo libre y olvida el manos libres en la casa, tiene tiempo de ponerse a pensar en los fallidos propios y ajenos mientras el autobús llega a casa, y como el camino de regreso a la mía es bastante largo me quedé casi una hora pensando todo ésto; me pregunté porque las personas, sin discriminar género solemos ser tan poco honestos con nosotros mismos.
Será que pertenecemos a una generación que se anda perdiendo para encontrarse, pero la verdad es que solemos colgar en las parejas expectativas que ni nosotros llenamos en el caso contrario y pasamos el tiempo quejándonos de que no tenemos lo que queremos en la persona a quien queremos pero no la dejamos y cuando existe algún valiente que deja a ésa persona, generalmente es incapaz de avanzar y termina regresando el camino andado a ése hogar que ya pensamos habíamos dejado atrás. ¿Que confianza nos puede dar éso?, si lo dejamos en su momento, es posible que lo dejemos otra vez por una causa ya sea similar o diferente, pero no nos llenó, nos hizo un vacío que la soledad hizo más grande porque se unió al vacío propio y ahora pensamos, que ésos dos vacíos se pueden llenar nuevamente con la misma persona, que fué la causa de uno, pero no del otro que es el más grande. ¿Porque no podemos ser honestos con nosotros mismos y con los demás?, decir va, te estoy conociéndo cada día más, no me llenas del todo y no voy a ser lo suficientemente miserable como para tenerte a mi lado mientras llega algo mejor o te conozco desde hace tantos años que ya me aburres. Si, suena a ser humano mezquino, pero es más mezquino retener a una persona por nuestro miedo a la soledad.
Lo más gracioso es que casi todas las personas creemos en la responsabilidad civil y en la responsabilidad moral, pero ¿y la de espiritú?,¿ésa es menos valiosa porque nadie te pone una marquita en tu carnet de identificación?.
Y llego a la parada del autobús dónde bajo, regreso al mundo real y me doy cuenta que tengo una llamada que hacer.
jueves, 8 de marzo de 2012
De risa, de ego y orgullo.
A veces quise creerme precisa, pero me doy cuenta de que siempre fuí un eslabón de distinto color en esta colorida cadena de vivencias que te pertenece, quisiera sentirte lo suficiente para que ésto me diera tristeza, pero me he vuelto tan cínica y ha pasado tanto que me da risa. Me da risa el recuerdo de mi yo sitiéndose tan especial y tan desdichado.
Ando vagando entre la decepción, la desilusión, pero vamos, otra vez soy yo, porque siempre se ha tratado de mí, de mi ego tan idiota y mi orgullo tan justificado y poco creíble.
Y me sigo riendo, de mi superioridad tan falsa y mi carente humildad, me sigo riendo de las ganas que me dan largarme de éste vicio de una buena vez, me rió de los años que parecen no haber pasado y como las palabras que me dijiste me las creí, como los momentos los creí eternos y como la eternidad ha resultado una simple época. Me da risa la poca capacidad que tengo para pensar en los demás, mi egoísmo vaya, que no vea más allá y me lleve de lado a quienes me quieren con todo y accesorios, a éste perfecto presente con todo y su pretérico imperfecto.
Voy a comprar unos nuevos lentes contra mi astigmatismo porque veo bastantes borrosos los arcoíris y aún me queda por ver las estrellas, una luna y dos hemisferios que conforman esta burbuja llamada mundo y en él, hay un lugar para reírme de mi misma.
viernes, 27 de enero de 2012
Por un corazón mejor
¿Tendrá algún objeto esto de reciclar sentimientos?, ¿A lo mejor es que con eso ayudamos a mantener mas limpio y sano el corazón?, ¿Es posible mantener limpio y sano el corazón más allá de tener el colesterol bajo control? Creo que lo llenamos de tanta basura, tantos setimientos sin sentido, porque no hay sentido que lo tenga, son sentimientos no razones y aún así, hay razonamientos sin sentido...y sin sentimientos.
Entonces a qué viene esto de sentarse y separar, clasificar, ordenar cada sentimiento, ¿porqué no puedo sólo sentir? No hay forma de que pueda darle un final mejor a esas cosas raras que siento, ya fueron usadas, quizá sólo son un desecho o encuentre la manera de rehusarlos de nuevo; a veces me lleno de optimismo y casi creo que es posible salvarlo con un meticuloso trabajo de creatividad lo cual generalmente ocurre cuando le ponemos nombre a mis lunares, cuando clasifico el color exacto de tu piel, pero generalmente me doy por vencida, creo que hay mas contaminación sentimental en cada uno de nosotros que la ambiental en el planeta.
Juraría que estoy reciclando, que todo lo que siento es la suma de escenas que he vivido, sentido, visto y presenciado, pero no hay un sólo sentimiento verdadero dentro de mí, o son tan desconocido que no creo ser capaz de reclamar su originalidad, por éso es más fácil pensar que son reciclados, que los reutilizó cuando alguien más ya los usó, para darles un destino menos infeliz que el de la basura.
Entonces a qué viene esto de sentarse y separar, clasificar, ordenar cada sentimiento, ¿porqué no puedo sólo sentir? No hay forma de que pueda darle un final mejor a esas cosas raras que siento, ya fueron usadas, quizá sólo son un desecho o encuentre la manera de rehusarlos de nuevo; a veces me lleno de optimismo y casi creo que es posible salvarlo con un meticuloso trabajo de creatividad lo cual generalmente ocurre cuando le ponemos nombre a mis lunares, cuando clasifico el color exacto de tu piel, pero generalmente me doy por vencida, creo que hay mas contaminación sentimental en cada uno de nosotros que la ambiental en el planeta.
Juraría que estoy reciclando, que todo lo que siento es la suma de escenas que he vivido, sentido, visto y presenciado, pero no hay un sólo sentimiento verdadero dentro de mí, o son tan desconocido que no creo ser capaz de reclamar su originalidad, por éso es más fácil pensar que son reciclados, que los reutilizó cuando alguien más ya los usó, para darles un destino menos infeliz que el de la basura.
viernes, 13 de enero de 2012
Desentrañame
Abre los ojos para descubrirte cada reflejo,
para imaginarte en los recuerdos, para conocer el color exacto de tu cabello de noche,
de dia, para recorrer el camino que hay de tu boca a mis lunares, de tus manos a las mias,
de tus ideas a mis sueños, de mis sueños a tus labios. Imagíname no tan lejos, no tan preocupada, no tan errante; imagíname a tu lado precisando el blanco de tu piel. Quisiera poder decirte
la sensación exacta de tus dedos en en mi mano, quisiera contar tus pestañas y escribirte un poema.
Pero no encuentro las palabras, se me han extenuado, se han marchado, son opacas.
Así que sólo puedo decirte; desentráñame, precisa de mis manos como yo preciso de las tuyas;
mírame y bésame siempre así, abrázame siempre así, cuídame así..
para imaginarte en los recuerdos, para conocer el color exacto de tu cabello de noche,
de dia, para recorrer el camino que hay de tu boca a mis lunares, de tus manos a las mias,
de tus ideas a mis sueños, de mis sueños a tus labios. Imagíname no tan lejos, no tan preocupada, no tan errante; imagíname a tu lado precisando el blanco de tu piel. Quisiera poder decirte
la sensación exacta de tus dedos en en mi mano, quisiera contar tus pestañas y escribirte un poema.
Pero no encuentro las palabras, se me han extenuado, se han marchado, son opacas.
Así que sólo puedo decirte; desentráñame, precisa de mis manos como yo preciso de las tuyas;
mírame y bésame siempre así, abrázame siempre así, cuídame así..
jueves, 12 de enero de 2012
Reconocerse
Reconocerse es desempañar un espejo,
como ponerle lentes a la miopía,
como descubrir que una mariposa sale de una oruga,
quízás con menos belleza, quizá con más pesimismo.
Reconocerse es como ver el sol limpiamente
y no a travéz de las hojas de los arboles,
ya no es cada rayito que se filtra en la oscuridad,
es un destellante cielo sin nubes
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