viernes, 25 de noviembre de 2011

Reflexion

¿Cómo ser uno mismo, cuando uno mismo es el silencio?

descubierta, asegurada, embriagada de verdad,
reflexiva ante todo, cautelosa antes que nada,
con conclusiones mal hechas, con oraciones no acabadas

con ganas de ser irreflexiva otra vez

Irreflexion

A lo mejor Venus si se alineó con el sol,
o el sol salió más calientito despues de una mañana lluviosa
y me orilló a poner un acento donde no hacia falta,
a ponerle nitidez a aquellos colores borrosos de la memoria,


O quizá ya mero caduca mi desazón emocional,
apaciguada por tanta reflexión, por tanta oscuridad,
por tantos desvelos o por tanto o por tan poco

A lo mejor, ése solecito que calienta las venas de mi cuerpo,
que parece que apenas va saliendo cuando en realidad ya se está yendo,
es el tónico para el desasosiego, porque no parece que se va, pero lo hace

lunes, 24 de octubre de 2011

Crónica de reflexiones

Este encierro de casi un mes, me tiene expuesta,
no me di cuenta como  pero me atrapó la conciencia
despues de tanto tiempo inconsciente

Descubrí la solidaridad del ser humano cuando está enfermo,
la bondad del consuelo de la gente desconocida
y el valor del consuelo en la gente conocida
el amor en una caricia, la comprension en una mirada

abrí los ojos al dolor ajeno,
a la fortaleza del ser humano,
a sus debilidades

me dí cuenta de la inmensa bondad que hay en un simple gesto de coquetería
cuando te sientes sólo mal y no bonita,
aprendí a  calcular la edad por la voz y no por la apariencia
y que la apariencia puede esconder más que la edad

También aprendí que la discreción es un gesto aprendido,
que alguien puede estar callado, pero hablar por los ojos
es un hecho más que constatado

Comence a agradecer más y a pedir menos
y quisiera que esto se arraigara.

Tambien quisiera poder desconectar por momentos la mente,
como hacen los farmacos,
para evitar que los derroteros deriven en la derrota

Que quizá debería tomarme las cosas con mas calma
y buscar la sabiduría de la prudencia, pero sobre todo
                      Esta convalecencia obligada me dejo más silencio

códigos

"Entre las gentes, a un lado de tus gentes y las mías, te he dicho "ya es tarde", y tú sabías que decía "te quiero".  Sabines


Un guiño
media sonrisa
una mirada entre la gente

cansar el camino
expresiones sueltas
un simple roce

destinos inciertos
de pasados seguros

códigos sobreentendidos
de viejos novatos
de veteranos perdedores

códigos desusados
esperanzas desenterradas

códigos de pares
personales, intransferibles
                  de encontrarse solos
entre desconocidos

lunes, 5 de septiembre de 2011

Dispersion



Cuando la gente me pregunta, ¿Por qué te gusta el Bossa?, a veces atino a responder que es algo particular, muy mío;  cuando en realidad quisiera preguntar ¿cómo es posible que a alguien no le guste?, no se trata solamente de un género, sino  de ésas notas que te incitan a mover el cuerpo hilvanando  olas en el viento,  a sentir la letra instalarse en lo recóndito e insondable de cada hueso que te sostiene, como si la música estuviera dentro de ti y no viniera de afuera. Me gusta el Bossa porque inspira, porque ayuda a perderse en aquellas dispersiones mentales que  cambian, se adaptan y se revuelven en mi mente, porque te hace consciente de la belleza interminable que puede tener un sonido llamado nota musical, porque me recuerda que tengo un cuerpo de mujer que se mueve al compás, susurrándole al espacio pequeñas palabras de amor y deseo; me recuerda que en la música se encuentra la inmortalidad y al mismo tiempo la desavenencia de una época que se contrasta.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Insomnio perdurable



Incontable imsomnio como siempre, de ése de mirar las estrellas, de soñar sin dormir, de creer sin ver. Ésos insomnios de verdades reveladas, de mentiras descubiertas, pero sobre todo insomnio de fantasías.


Anoche fué de insomnio, de ésos de darse cuenta que las paredes son blancas de nuevo, que aquella ventana a la que me aferraba se ha cerrado del todo, poco a poquito sin que lo notará. No extraño su aire sofocante lleno de recuerdos, ni añoro su  desdicha.
 
En éste insomnio, lleno de andanzas rebuscadas, encontré estrellas deshilachadas hermosas, estrellas de ésas, que no siempre vemos porque la luz de la ciudad las opaca.

viernes, 5 de agosto de 2011

cronica 1

A mí me gusta sentarme del lado que da al sol en el autobús,
si, generalmente no veo nada debido a la luz, pero me basta con cerrar los ojos;
así la gente piensa que vengo dormida y nadie me molesta hablándome, aunque,
éste remedio nunca ha dado resultado, ni el de ponerse los audífonos y hacer como que escucho música
aunque el teléfono se haya muerto hace horas, ni siquiera contestar con simples monosílabos da resultado,
ha de haber algo amigable en mi cara o muy pocos recursos para que
las personas se paguen un terapeuta y me cuenten cosas que no me resultan interesantes en lo más mínimo.
O bien, será que algunas ven lo que yo me niego a contarme y por éso me cuentan lo que ellos se niegan a ver de sí mismos.
Quizá deba ahorrar para un auto, aunque, talvez reconozca a alguna de éstas personas de entre los peatones y  no pueda detener el impulso de arrollarlos en la calle, ahora que está de moda la impunidad.

Conclusión: andar a pie o aceptar mi nueva condición de misantropía y vivir con ella.