todo lo que he cambiado, todo lo que he visto y he aprendido.
Como cada sueño se ha pintado de un matiz distinto,
antes podías mirarme como sólo tu infinita paciencia lo ha hecho siempre y veías un color,
ahora se ha atrevasado un cristal que envuelve la luz y me tiñe de distintos colores;
pero aún me sigo rindiéndo ante tus discertaciones acompañadas de guiños,
de tus ocurrencias pertinentes y la manera en que le sonríes a la vida...de tu poco pretencioso trato.
Pero ante lo que no me rindo, es dejar que está ruleta se vuelva rusa y nos juguemos la vida separados,
aunque lo estemos, porque ya nos hemos levando muros entre nosotros mientras cada uno eligió a alguien distinto, pero no menos importante, no me rindo ante el hecho de que ya no nos contemos más que las millas que nos separan, a pesar de que fuiste mi mejor amigo. Me toca a mí ser la vouyerista que te espía mientras eres feliz.
Hoy, me quedo contigo para que me encuentres y te busco porque eres tú el que se pierde.
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