lunes, 2 de agosto de 2010

el cuento

Hubo una vez, que con un imperdible bastaba,
que el futuro era lejano,
era un tiempo en que los sueños eran éso, sueños,
en el que vivía segura sin seguro,
los daños a terceros ni siquiera llegaban a cargo de conciencia,
que los amigos curaban el mal de amores,
una película renovaba la fe en la humanidad;
que los domingos eran de flojera y los viernes de fiesta;
 se hacían promesas para siempre.

Las cosas cambian, ahora los fines de semana son nuestros y sobre todo cortos,
el futuro ya llegó; el inventario empieza a contarse,
os sueños se convierten en  proyectos de vida y hay que trabajar en ellos;
cargamos con nuestros errores, aprendemos de ellos,
 la conciencia pesa,
 el cine es una abstracción, nos bañamos a diario,
la reunión con los amigos es en una conversación grupal por internet a media noche,
ser  bebedor social es un lujo,
se piensa en los precios de los seguros de vida
 nos preguntamos
si cubrirán también un corazón roto,
y sobre todo se promete con cautela
 porque a veces para siempre resulta ser mucho tiempo.

La cosa es, que antes estaba segura...ahora no tanto

No hay comentarios: