
Y estaba ahí, viendo por la ventana de aquél café...
con un moka de un lado y unos m&m´s del otro,
con el vestido que tanto te gusta,
estaba absorta...creí que nunca ibas a llegar...
el exceso de azúcar y chocolate sólo era previendo el desenlace
llegaste, rápido pero sin prisa; con los ojos destilando alegría de verme ahí,
de saber que te hubiera esperado tres cafés después,
todos los días depués...
Tus manos no cambián con el tiempo
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