sábado, 17 de agosto de 2013

viernes, 16 de agosto de 2013

A veces, un pequeño detalle, cualquier cosita, un arcoiris en el cielo nublado; una canción, algo pequeñito y poco perceptible para los demás te lleva a una serie de recuerdos donde lo único que te da es tristeza que se prolonga días y días.

sábado, 27 de julio de 2013

Cuestiones de cambio

Ella ha cambiado, no madurado ni eso, simplemente tomó otra dirección en algún momento, quizá tampoco supo cuando, no es su culpa ni la tuya, simplemente cambió; ya no es la misma chica que conociste aquella tarde lluviosa o aquella mañana soleada viendo antigüedades; quizá tú si seas el mismo. Ahora te toca a tí que el tiempo y esto que está sucediendo pase y cambies, ya lo has hecho, pero no lo suficiente para comprender que la persona que amas, ya no está ahí.
Acepta este momento, vívelo, estás sufriendo porque es el costo de querer, quisiste y quieres mucho, siente este momento, siéntelo completo; es ahora cuando todos tus amigos vamos a escucharte y acompañarte, cuando te dejaremos derrumbarte todo lo posible y puedes ser un amargado y quejoso el tiempo que necesites para que cuando ya sea hora, puedas dejar esto atrás y un día mires a otro lado y descubras que el amor es estúpido y masoquista pero increíble y hermoso y quizá, cuando ya tu hayas cambiado lo suficiente, puedas sentir otra clase de amor, tan distinta y quizá mejor que esta.




viernes, 28 de junio de 2013

Desmenuzas, pequeñas partes de un todo, un todo reducido a sus partes; un yo conjugado en distintos verbos, verbos contrapuestos al tiempo. Y todavía desmenuzas más, usas alegorías, comparaciones, pros ridículos y contras infundados, las excusas de somerset para decirle a tu cerebro que  a fin de cuentas  su trabajo ha resultado inútil, porque ya hace rato que sabes las respuestas, pero todos jugamos a ser cínicos.

lunes, 15 de abril de 2013

Luz y sombra

Mátices de gris entre el blanco y el negro. 
Lo bueno tiene algo de malo, lo malo no existiría
sin lo bueno: el ying y el yang, el complemento. 
No somos más que eso, seres opacos con momentos destellantes, 
con oscuridades densas como la negrura de la noche en la llanura. 
Vacíos, estériles, apagados, estrellas consumiéndose, 
acabándonos, alimentándonos de otros, de nosotros 
de los mismos, de los de entonces. 

martes, 5 de marzo de 2013

Entendiendo

No entendía, ¿cómo se quiere lo que no se quiere?
Ahora intuyo, como tú, como yo con nuestras soledades conjugadas,
porque estás sólo lo sé, porque te siento aún conmoviéndome,
porque todo ha dado vuelta y termino de nuevo aquí,
en tu casa y mi casa.
No entendía cómo se amaba tanto, ahora comprendo, hay clases de amor,
unos buenos, otros malos, otros baratos y unos que llegan gratis y gratis se van.
Sigo pensando que el tuyo era el bueno, como el "gordo" de la lotería, ¿qué más dejaría
tanta tristeza que haber ganado y perdido el primer premio?
No entendía, ahora si, como se quiere y no se quiere, se quiere por pertenencia, no de otro,
sino de uno mismo, se quiere por soledad y no de la amable, sino de la soledad que arrastra y devasta.
No se quiere porque no se puede, porque no reemplazas, ni avanzas (ése es un cuento barato, que nadie ha podido venderme) no se quiere porque ya hay humo y tonterías, porque no hay ilusión total; las dudas están ahí, sentadas a tu lado, fumándose un cigarro y cruzando las piernas sentadas en el sofá, mientras tu juegas a que no las ves.
No se quiere porque ya se quiere y pues, te aguantas.

domingo, 21 de octubre de 2012

Y extienden las alas y vuelan,
a veces tan cerca que puedes sentirlas,
como en los sueños,
y ésas hadas te abrazan con sus alas
ya cortas de tanto vivir;
llenas de orificios, de espacios vacíos de tí.

Extienden y entienden las alas cansadas de tanto volar,
de salvarse, de perderse, de olvidarse;
las hadas se olvidan de sí mismas,
se olvidan de ilusiones vacías y caen,
caen en un precipicio oscuro llamado realidad
vencidas por el tiempo.

No solo les quedan los recuerdos a esas hadas derrotadas,
esas tercas idiotas se  abrazan a sus ganas de vivir,
de sentir cada color del arcoiris,
incluso los matices oscuros del destino que se forjaron.

Pero guardan sus tesoros en un cofre incompartible, lleno de cerrojos
que solo abren así  mismas, cuando sienten el fantasma de sus alas en la espalda,
Si yo hubiera sido una, ahí guardaría tus miradas, no sólo las buenas,
también las tristes, incluso la última,
guardaría tu risa; la de los tiempos felices y la de los tiempos amargos,
escondería nuestra felicidad, la capacidad de comunicarnos sin palabras,
las horas tristes de sentirte lejos,
tus cartas, tus libros, lo ya impreciso, tus manos, la calidez de tu abrazo,
en ése cofre, te guardaría a tí, porque fuíste mío sin pertenecerme,
porque contigo no fuí princesa, ni hermosa, ni pequeña, ni mala.

Si fuera un hada y tuviera un cofre, no sólo te guardarí a tí,
también al invaluable tesoro de haber sido nosotros.